La Princesse

Tengo una extraña afición por los cuentos de hadas. Me agrada la idea de que eso podría, en un caso muy aislado, suceder en la vida real. Claro, no descarto la idea de que sólo en un 10% ó 15% ...

Soy una princesa. No uso vestidos de falda ancha color rosa o blanco, tampoco tengo una corona encajada en mi cabeza, tampoco lo soy por el simple hecho de que mi padre sea el Rey de la colonia Balderrama, tampoco soy una princesa porque tengo una figura escultural, no.

Soy una princesa. Soy una mujer, a la que le gusta ser tratada con dignidad y respeto, sí, como en los cuentos de hadas.

Soy una princesa a la que le gusta que su hombre se comporte como un príncipe, tal vez no de sangre azul, pero por lo menos, le diga cosas bonitas al oído, y no pendejada y media dignas de un hombre vulgar.

Soy una princesa que da y merece ternura, rosas rojas envueltas en papel celofán, aunque sea de esas que venden en los cruceros de la Universidad de Sonora. Canciones lindas, poemas bonitos...

Soy una princesa, porque soy mamona y cursi, y todo esto, me encanta. Me hace ser yo, Dulce María Urías Armenta.

¿Hay algún problema con ello?

[Gracias, Enrique, por agregarme con el nick de "Princesa Etcétera" XD, saludos hasta el D.F.]