Porque la noche está de ojos abiertos

Después de tantos días grises
tanto coraje sin frutos ni rendiciones
apareces tú, de la nada o del todo.
Después de muchas horas inciertas
pero llenas de esperanza,
esa esperanza, de saber que llegarías
apareces tú, corazón coraza.


Te imaginé muchas veces
y ahora estás aquí,
cuando apenas te busqué, ya estabas junto a mí.


Sólo una cosa he de confesarte,
llegaste sin avisar y de todo esto, no estaba preparada:
¡de tanta felicidad!, 
y miedo me da que todo esto no sea verdad.

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