Y en efecto, dificilísima. Aun recuerdo cuando me desesperaba porque ya llegara el año nuevo, o bien, el próximo año; que me quejaba por ya terminar la preparatoria; que me estresaba porque veía pasar el tiempo tan lento, que ahora no me es suficiente la duración de un pesteñeo para contemplar siquiera un año.
Extraño los tiempos donde jugar a "las barbies" (acomodar su casita, improvisar diálogos) era mi única preocupación, cuando no me preguntaba por el futuro... buscar un trabajo, ganar dinero para comer, donde no me preguntaba el cómo sobrevivir.
Qué dura es la vida un adulto, más cuando lo que deseas es inalcazable, tan remoto.
-No, niña idiota, tú no eres adulta, no aún. Bueno, quizá nunca.
-Por eso te adoro, subconsciente.
¿Casualidad, coincidencia, o ciclos?
¿Cómo le haces para continuar,
para aguantar,
cómo le haces para luchar...
...cuando ya no queda nada?
¿Adónde vas a buscar una razón, un algo?
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