No es la mejor manera, pero es mi manera, es la que conozco y es la que me ha funcionado.
Ahora, mi mayor temor es el brindarle mi más fuerte prueba de fe al destino, ese monstruo que me ha decepcionado tanto y de tantas formas.
Es posible que llegue a tropezar con la misma piedra, es posible volver al lugar donde fui feliz. No sin antes proporcionarme metas, tiempo, y sobre todo, reglas para no romper.
Con esta entrada, inauguro una nueva etiqueta, aplicable para los posts dirigidos a mi libertad, opuestos al "quería irme, pero no pude": "desencadenada"
0 chicles pegados debajo de la mesa:
Publicar un comentario