El año viejo


Principios del año y la crisis en todo su esplendor, pero, ¿Cuál crisis?, preguntaban unos; otros rezaban para que Fots dejara de hablar tanta pendejada.
Fue en abril cuando se desató el miedo, la paranoia (¿o conspiranoia?) y el terror del famosísimo virus de la influenza H1N1 (más bien, era la influencia cabrona) y que hasta le dio muy buena publicidad a esta empresa que creó al viejo gordo que se viste de rojo y que tiene barba blanca... ah sí, Santa Claus, sí, Coca-Cola:



Aún recuerdo que dí las gracias a cualquiera que haya sido la causa de que se infundiera tanto terror, puesto que cancelaron una de las dos semanas de prácticas (escuelas y demás centros donde se acumula mucha gente fueron cerrados durante una o dos semanas, no recuerdo).

En mayo fue que corrió el rumor de "anular los votos", y bueno, no sé a ciencia cierta cuántos fueron, pero sí fueron bastantes, y muy graciosos, aquí algunos:



Aquí hay más.

En junio ocurrió el peor genocidio infantil. Peor que lo que ocurrió un 28 de diciembre (Herodes y su furor por asesinar a cualquier pequeño recién nacido): El incendio de la guardería ABC, del cual, Sonora aún está de luto y clama justicia.
También murió Michael Jackson; sólo lo menciono porque a mucha gente le alteró. A mí me alegró, bueno, no por ser culera, pero ese ser fastidioso sólo robaba oxígeno.

Julio y las elecciones. Mi opinión no cuenta mucho, pues tengo dos credenciales con distinta direccióny  la más reciente la había perdido y no me molesté en obtener una nueva. Eso.
Ah, claro, yo cumplí 21 primaveras sin flores, jajá.

La pena y el luto continúan en agosto, y tanta pena que hasta difundimos una mala imagen del país, según Calderón. Pues, ¿Para qué echar mentiras, FeCal? Agradecido deberías estar que somos personas honestas (??).

El mes patrio llegó y en Sonora, Guillermo Elías gritó (y hasta rimó).
Nos empacan el inteligentísimo impuesto contra la pobreza, y de tanto impacto, pues a un wey cristiano se le ocurre secuestrar un avión, que dizque por mandato divino.

En octubre: Hasta la vista, Luz y fuerza del centro.

Justicia para unas nalgas, exclamaba la puta de Alejandra Guzmán, la "rockera", y tan sonado fue que ocasionaba un gran disgusto en noviembre, pero no por su asqueroso trasero, ¿Y los niños fallecidos en el incendio de la guardería qué? Caso más importantísimo que el culo sin esperanzas de aquella "rockera".

En diciembre ya no supe o no me acuerdo.

Adiós año viejo. Bienvenido el 2010 y junto con él una nueva década. A ver qué tal, con los tres gasolinazos.

0 chicles pegados debajo de la mesa: