Mi manera de comprometerme fue darme a la fuga

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Hace mucho tiempo que no me sentía así. Tengo la sensación de que ya no estoy a la deriva, siento que estoy estable y que ningún terremoto podrá derrumbarme tan fácilmente. Me siento bien; estoy bien, después de todo.
Antes, creía que yo no podía o debía estar sin un acompañante, un amor, un novio, pero hoy sé que es uno de los mejores estados en que he estado.
Hace mucho tiempo que no doy explicaciones de nada a nadie. Hago lo que quiero, salgo con quien quiero, a la que hora que quiero. Si salgo con algún ex-novio, no tengo que rendir cuentas a alguien o incluso mentir, porque si bien no tiene nada de malo, eso es lo que representa.



¿Darse a la fuga es una manera de comprometerse?
Comprometerme con mi libertad, sí. Con mis deseos, sí. Con mis anhelos, también.
Es un compromiso conmigo misma, un compromiso que me recuerda que yo soy más importante que cualquiera a mi alrededor; una coraza, un escudo protector. Tal vez sea eso, una ilusión que yo misma me he creado, para que ya nadie pueda dañarme. Nadie.