A mis casi dos meses de vivir en la ciudad de Nogales, Sonora, decidí cambiarme de vivienda. La casa que elegí está a 5 minutos de la escuela donde laboro (caminando), es decir, está ubicada detrás de ella.

Vivo bien, tengo todo, excepto un microondas. Compré un refrigerador, tengo televisión por cable, internet inalámbrico, entre otros servicios.

Los primeros días me sentía rara: nunca, NUNCA, había vivido sola, y no me sentía mal por ello, pero me sentía rara, de repente me sentí sola. ¡Claro, idiota: es porque estás sola!
Después, terminé por acostumbrarme (ya he mencionado la rapidez impresionante con la que me acostumbro a las situaciones abrumadoras).

Disfruto la vida así. Hago lo que deseo a la hora que deseo y cómo lo deseo, pero eso no significa que no sea responsable.

En la escuela (mi trabajo) me va bien. Disfruto el trabajo con mis alumnos de sexto grado. Lo que se me dificulta bastante son las relaciones personales con los demás docentes. No me caen bien, y no les caigo bien. No me interesa hablarles, su plática es vana y vacía, especialmente las pláticas de las mujeres. He encontrado dos buenos amigos, hombres, sin embargo, las habladurías no se han hecho esperar, lo cual me viene valiendo MADRES.

Hoy más que nunca, reitero que esta es mi canción, la que me describe de principio a fin.
Y me encanta.




Sé que llegará el día
En el que no habrá herida
Causada por el odio
De los que no son igual.

Y sé que duele soportar
Que escueza tanto la soledad
Por no vestir como ellos
Y por ti misma pensar.

Te enciendes tal que una flor
Cuando suena tu canción
Le gritas en silencio al viento
Que es libre tu corazón.

Sin fronteras, sin nación
Sin credos, ni religión
Que no esclavicen al hombre
Jamás en nombre de un Dios.

A veces eres tempestad
Y tras la tormenta, eres paz
Pero te cuesta tanto
Saberlas utilizar.

Y opinas que la honestidad
Son los zapatos con los que andar
Y por brújula tus sueños
Y en tu mochila la lealtad.

Tú buscas en la educación
Un arma para ser mejor
Y no que te amaestren
O te domen con un "no".

Y en los libros de texto
Vas buscando un pretexto
Para escribir un verso
¡O pintar un corazón!.

Si tiemblas como un niño
Ante un beso o un guiño
Y piensas que sus labios
Son el retiro del dolor.

Si olvidas una afrenta
Y no tomas en cuenta
Al que habla con la bilis
Y corrompe la verdad.

Si necesitas respirar
Además de aire, libertad
Y el heavy es tu bandera
Siempre nos tendrás aquí.

Y aunque cueste una eternidad
Que te respeten por pensar
Sigue adelante y lucha
No estás sola, ¡somos más!