Hoy, a primero de 1 enero del 2016, estoy sentada en la sala de mi casa, sobre mí tengo una frazada y el estómago lleno de un postre delicioso que hice para la cena de nochevieja.

Desde hace algunos días, mi mente se ha dedicado en el montón de palabras que quiero escribir, para expresar toda mi gratitud hacia el año que acaba de terminar. 
Puedo sentenciar que fue un año lleno de primeras veces (y espero que cada año siguiente sea así), las cuales tengo toda la intención de escribir extensamente a continuación.
*Aclaratoria: están ordenadas cronológica y no por orden de importancia.  

1. Fue la primera vez que usé calzones rojos. No es mi afán intrigar ni inquirir en que un simple acto supersticioso sea más poderoso que las propias acciones que se requieren para tener amor en tu vida, ni mucho menos quiero sugerir que fue gracias a los calzones que inicié una nueva relación después de aquella ocasión hace 3 años que decidí que no tendría más relaciones amorosas. Solo es un hecho divertido y curioso que nunca había accedido a hacer. Así inicié el año, con esa primera vez: sencilla y sin sentido ni lógica. 

2. Viví con alguien diferente a alguno de mis parientes o roomies, es decir, con una pareja. Aprendí a debatir un miedo arraigado en mi mente que consistía en no ser capaz de compartir mi espacio vital con alguien. Fue bueno y fue esporádico.

3. Viajé con mi pareja a la Ciudad de México. Fue un viaje lleno de altibajos, decidí terminar la relación al regreso. Es la primera vez que viajo a un lugar fuera del estado con la persona con quien comparto lazos amorosos.

4. Experimenté una relación de dependencia emocional culerísima. Aprendí que debo evitar eso a toda costa por siempre. Temo que eso me haya hecho catalogar este periodo de enamoramiento como el peor de mi corta existencia. Nadie se merece enamorarse de alguien que no se quiere a sí mismo y que está dispuesto a propinarte decepciones y el peor de los daños que hayas sufrido jamás. 

5. Eso me llevó a la quinta primera vez de mi vida: unfriend someone from my social networks. Cuando termino una relación, suelo mantener relación no cercana con esas personas, pues forman parte de mi vida, de mi pasado, pero no permito que se impregnen tanto en mi presente y mucho menos en mi futuro. Pasó que sus publicaciones se tornaron molestas y decidí, en un acto de valentía, eliminarlo de mi vida virtual, nunca había eliminado a alguien (que haya representado algo importante en mi vida) y por eso mi mente estaba algo dubitativa al respecto.
Un "chinguesumadre" proveniente del lado más recóndito de mi corazón puritano me dio el empujoncito que necesitaba para desmepeñar tal proeza. Y la verdad es que se siente a toda madre, es como un acto catártico, un masaje reiki o una alineación de chakras.
Además, es un parteaguas en mi toma de decisiones sobre a quienes les permito vigencia en mi vida, a todos les digo que mantener relación con personas tóxicas no es una decisión saludable.

6. Obtuve mi primer carro. Es un bonito auto color rojo, modelo 2006. Me ha costado bastante trabajo mantenerlo, y siento que no vale la pena. Ya veremos si lo termino vendiendo en este 2016. Tener un carro está sobrevaluado.

7. Viajé sola, dos veces, a la Ciudad de México. En mi intento por ser aceptada en a UNAM, viajé a a la capital en dos ocasiones para presentar dos exámenes. El 15 de enero publicarán los resultados.

8. Es la primera vez que digo "sí" a muchas cosas.
-Dulce, ¿vamos a una fiesta? -Vamos.
-Dulce, ¿vamos a la playa en tu carro? -Vamos.
-Dulce, ¿vamos a Disneyland? -Vamos.
Creo firmemente que la felicidad radica en los pequeños momentos que nutren esta existencia vana y sin sentido en su mayor parte del tiempo.

Me estoy encargando de valorarme más a mí, a mi familia, a mis amigos, a mi tiempo.
Me gusta mi vida, me gusta lo que soy y cómo soy, y no estoy dispuesta a que nadie más me haga pensar lo contrario.

Es curioso que la mayoría de las personas esperan a que inicie otro año para comenzar a cambiar esos aspectos de su vida que no encuadran con el ideal que manejan o les han venido imponiendo. No es necesario esperar al primer minuto de enero para agradecer por lo que se tiene (material o no material) y apreciar las cosas buenas de la vida, mucho menos para por fin hacer eso que siempre deseaste. La felicidad es un camino, no un destino. Prefiero vivir sin tener en cuenta la cuenta de los años, los meses o los días. Decidí dejar de sorprenderme por la celeridad del transcurrir del tiempo, ¡que pase y ya!

De Spock (personaje de Star Trek, interpretado por Leonard Nimoy, quien falleció en febrero del 2015), puedo tomar prestadas algunas de sus frases chingonas y aplicarlas para el año que acabó y para este año que comienza:


“For everything, there is a first time.”

“You cheated.”

“You lied.”

“Let’s see what’s out there.”