II

TEORÍA DE LA VERDAD

La verdad es que nada

de lo que y
o quería
ha buscado mi techo
más de lo necesario,
ni reme
dió mi suerte
mejor que la tristeza.

Lo cierto es que
no tuve
la verdad por delante
sino era en el fracaso
repentino, tras muchas
ilusiones gastadas.

Ahora no es disti
nto
lo falso de lo cierto,
ni me es imprescindible
averiguarlo. Busco todo cuanto
quería
que me hubiese buscado.



Me dejaré morir en tu silecio...

Me dejaré morir en tu silencio,
que de noche me diste de comer

los fruto
s del cerezo
en tu alcob
a d
e sombras
sangrantes de p
erfume
y nada más deseo.


Me dejaré morir en tu silencio.



















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