Me hacía falta despertarme con esta confianza y seguridad, que sólo tú me puedes dar.
De ánimo indescriptible, de fuerza ajena a este mundo, de humor raramente mío. Todo parece conspirar para que yo sea la mujer más feliz del mundo, la que te extraña, la que te quiere, la que pide a gritos que los días se acorten (aun más) para poder verte al día siguiente, o al siguiente del siguiente del siguiente.
Creer que un estado en el que me encuentre puede ser el mejor en el que he estado es una estupidez.

Me hacías falta tú.

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