Y tú... ¿Compartes o te vale?

Nos caracterizamos por pedir, pedir, pedir y pedir; sacamos la peor parte del ser egocéntrico que cada quien lleva dentro, y nos olvidamos de la parte contraria, el dar.
¿Creencia o puro ego? "Porque me lo merezco", dicen algunos, "Porque lo valgo", dicen otros, otros más, aseveran "Está obligado a darme" DARME, DARME, DARME. RECIBIR, RECIBIR. COMER, TRAGAR ENGULLIR, tal si fuésemos aves carroñeras que pelean por su trozo de carne putrefacta.

¿Qué tal si se comparte un poco de lo que se tiene? ¿A poco cambiaría tanto nuestra economía y posición? ¿Es tan malo? En serio, no duele. He comprobado que aquel que comparte, se le ha de retribuir en mayores beneficios lo que de alguna vez se desprendió, pues al fin y al cabo, el dinero va y viene. Y no sólo el dinero es el que se puede compartir, pero suele ser el objeto del cual es más difícil prestar y/o compartir.
Los detalles siempre son importantes; para explicarlo mejor, es necesario ponerse en los zapatos de cualquier persona que no seamos nosotros, ¿Cómo nos sentiríamos al recibir un detalle, así, nomás porque sí?

Egoístas, eso es lo que somos, "yo quiero...", "yo deseo...", "tráeme eso...", "dame eso...", "regálame eso...", "cómprame eso..."
El egoísmo puede convertirse en una causa de que las relaciones de pareja fracasen, se debe buscar un equilibro, pues no queremos ser radicales, ni posicionarnos en un extremo o en otro, ya que la felicidad o enamorar a una persona, no se consigue con darle TODO, pero sí es importante el dejar un poco de lado nuestro egocenstrismo, y esas cosas del demonio que nomás entorpecen las relaciones afectivas, amistades, matrimonios o noviazgos.

Se puede llamar de muchas formas, tal vez la más conocida sea "solidaridad", o "generosidad", podría aplicar la palabra "empatía", entre otras.
Habría que practicarlas para que pudiese hacerse hábito, o podríamos quedarnos en las mismas, estancados como un patito en el lodo, así, ¿Cuáles serían las consecuencias? Vaya usted a saber, pero más vale prevenir que lamentar, ¿no?


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