Algunas veces

Algunas veces te extraño, 
no digo que lo haga todo el tiempo,
es más el tiempo que creo que lo hago,
que las veces que realmente siento un vacío de vos.

Nunca escribí sobre esa noche,
quizás porque escribir es una forma de hacer catarsis,
de soltar, de repensar la realidad y darse cuenta,
darme cuenta que miento cuando digo que fue mi mejor noche,
toda esa fábula maravillosa,
caricias y estrellas, música increíble, besos de cereza...

Hubo otras magníficas, 
quizás este sea el recuerdo que menos duele
y la primera vez que me sentí princesa.
Algunas veces te extraño,
no hablo de los cuerpos mezclados, 

de la sombra en la pared,
de tus manos, 

o del viento despeinándome mientras me acurrucaba en tus brazos,
hablo de la parte intangible,
de la profundidad de la charla, 

de la risa a carcajadas al otro lado del teléfono, 
de la lágrima contenida o derramada, 
sino con aquellos que nos lastimaron tanto.

Del análisis profundo y la coincidencia, de las causalidades que me llevaron a vos, sin siquiera contar 7 pasos.

Algunas veces te extraño, generalmente a la mañana cuando nadie me dice buenos dìas, o antes de dormir, cuando nadie me cuenta una historia de fantasía para correrme de la rutina y obligarme a descansar.


Algunas veces te extraño, pero son más las que extraño quién era yo cuando estabas cerca.





[Tomado de Lo que dice la Luna, y modificado parcialmente sin fines lucrativos, sólo por aplicabilidad.]



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