El origen de las entradas

Disfruto hacer esto: escribir mis idioteces en un sitio público y que a nadie le importe un carajo. 

Recuerdo perfectamente cuando empezó esta manía. Fue después de asistir a citas con una psicóloga del Centro de Salud Mental Dr. Nava. Después comenzaron los electroencefalogramas. 

Ciertamente, no me indicaron que escribiera lo que sentía y pensaba, pero una vez estando en su consultorio, lo hice, y hasta dibujé, y me gustó esa sensación de libertad, ese dejo de cargamento pesado para sentir la espalda un poco alivianada. 

¿A quién no le gusta sentirse así? Todos deben de tener su método o técnica para "alivianarse" la carga, quizá con drogas, golpeando cosas, gente o animales; mi manera es escribir. 

Me gusta escribir mis pelotudeces en este blog. 
No empecé en blogspot. Primero fue en modo arcaico, en hojas de un cuadernito que me encargué de desaparecer, luego me introduje en el mundo del internet, usé la plataforma xanga.com; después, me mudé a los blogs con terminación i.ph, por eso, por corto (las facilidades, ante todo). En un nuevo intento por mejorar y embellecer mi hogar virtual, decidí alojarme en blogspot. Es una dirección URL más larga, pero es muy funcional. 

A decir verdad, le he tomado mucho cariño a mi "home sweet home". Puede ser que en mi desesperado aullido de ayuda él es el único a quien puedo comunicarle exactamente cómo me siento, sin reprochar, sin preguntar nada de vuelta. 
No como con mi perro, con él puedo derramar agua salina por los ojos y acariciarlo durante el lastimoso acto, pero no me nace decirle todas estas cosas: ¡es un perro!

En la vorágine tecnológica, muchas computadoras, tablets y teléfonos inteligentes han visto mis peores y mis mejores momentos, sin embargo, mi blog es la única constante en la fórmula. 
He reído tanto, he llorado a montones ante y con él. 

Le debo muchos de momentos de epifanía, millares de pensamientos diurnos y nocturnos, millones de agradecimientos exacerbados y toda la plenitud que pueda haber en mi ser. 

Obviando el hecho de que sé que mi "home sweet home" dista mucho de ser el mejor blog del universo, también agradezco a mis lectores y seguidores. Son muy lindos al dejarme "chicles pegados debajo de la mesa" (así bauticé a los comentarios de cada entrada). Son muy lindos por el simple hecho de leer el mar de sandeces que me molesto en publicar y compartir. 
A la mayoría de mis lectores no los conozco, pero puedo apreciarlos bastante.

...Gracias.


0 chicles pegados debajo de la mesa: