Sin mi luna

Las mujeres somos muy, digamos, quisquillosas al momento de muchas cosas, quizá, perfeccionistas.

A las mujeres nos gustan muchas cosas, que por cualquier motivo o razón no nos atrevemos a externar.
A las mujeres nos gustan los hombres lindos y caballeros; los poetas, los hombres felices. Hombres que saben lo que quieren de la vida, fuertes, decididos, con coraje. Que sean tiernos, que nos regalen flores nomás porque sí, que nos digan 'te amo' durante y después de hacer el amor; que nos recuerden que 'equis' día nos vemos lindas (y que valió la pena el esfuerzo para vernos así) y que nos quieren demasiado; algunas veces, hace falta que nos recuerden lo importante que somos para ellos en su vida.
Nos encantan los detalles, algo, por escrito, un beso inesperado, que te cocine algo con tanta emoción; la gran sonrisa al verte, el fuerte abrazo al vernos y hasta sentir la sonrisa a la mitad de un beso.

Nos encantan las muestras de afecto, TODAS. Desde un beso en la mano, frente o cualquier parte del cuerpo, hasta un estado o una aplicación de facebook con dedicatoria especial para nosotras.

Eso sí: detestamos a todas sus amiguitas de añales.


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