Flies

En el fondo me encanta el drama y lo busco, lo pienso, lo espero con ansiedad. Ando por ahí picándole la panza a la incertidumbre, al peligro, y la desgracia, y con esto quiero decir que los provoco para que me den golpes porque sólo así despierto y sueño al mismo tiempo. Porque sólo así siento que la vida es vida y la vida sin intriga no es vida si no más bien muerte disfrazada de falsa seguridad...

Que alguien mate a la certeza: que le corte la cabeza si se puede y le corte los huevos si los tiene.

Me provoca un profundo placer estar consciente de lo incierto que es mi futuro: sé perfectamente que puedo acabar en una situación lamentable y tengo altas probabilidades de morir antes de los 30, como me han dicho... Me encantan las predicciones fatídicas y poco esperanzadoras que tienen las personas de mí y de mi porvenir...
Me encanta, me encanta, me encanta.
El sólo imaginarme en 10 años hundida en una profunda depresión , una adicción, o en la pobreza extrema, me motiva para seguir viviendo y levantarme en las mañanas cuando el sol no calienta y las estrellas ya no existen.

Como mis amigos cuando me regalan miradas llenas de curiosidad, energía, y encanto -yo diría que hasta de emoción- que no me dejaron en la indiferencia. Pude leer perfectamente en sus ojos: “Vas a ser una artista” o “Eres una artista” o “Vas a ser grande”. Yo les sonreí, les di las gracias, -no estés tan segura- me dije mil veces.

Cuando parecía que no podía llover mas fuerte, llovió mas fuerte, la gente gritaba "diluvio” y yo solo veía un conejo gigante…


Y al diablo los pequeños detalles de la vida.





Foto tomada en un bello atardecer, a la altura del López Portillo. Ya me imaginaba que saldría Jesús de entre las nubes, bailando la Macarena (???)



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