Buena suerte... mala suerte

Ésta es la historia de Donald Peters, un señor de 79 años, el cual fue un gran afortunado al llevarse el premio mayor de la lotería, lo malo fue que él ni siquiera vivió para disfrutar de la cuantiosa cantidad de dinero que había ganado: murió de un infarto al corazón mientras trabajaba en su yarda en Danbury. Su familia asegura que él hasta se hubiera reído con la ironía del asunto... pero yo no lo creo así.
Ya decía yo: "Jugar la lotería es cosa del diablo" Pero nadie me cree...
Pobre. Ésas cosas pasan. X)

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