Tal vez, después...

Algún día, lo he dicho, viajaré a París... ése lugar al que todos, alguna vez, hemos soñado con ir. Algún día, he dicho, algún día pisaré la tierra de Francia, y, cuando logre mi cometido me gustaría subirme a un tren, sin importar el destino y tener mil horas por delante para pensar.
Mirar a mi alrededor, no conocer a nadie, y perderme en sus miradas. Mirar por las ventanas, ver el cielo, las vías, los edificios lejanos, los rayos de sol.
Quiero bajarme y oler un aire distinto.

Algún día, algún día París será mío y yo seré de París. Espérame, Torre Eiffel, no seas tan desesperada, tan sólo sé paciente y aguárdame unos cuantos años más.

2 chicles pegados debajo de la mesa: